El peor concierto de rock de la historia, según Graham Bonnet (Rainbow): “Salí corriendo del escenario”

 

El cantante narra la historia de un concierto en el que todo lo que podía salir mal, salió peor

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Todos hemos visto o al menos escuchado hablar de malas actuaciones en directo. Es normal, no siempre se puede tener un buen día y a veces las cosas salen mal: a todas las bandas les puede pasar. Sin embargo, la historia que estás a punto de escuchar de la boca de Graham Bonnet, quien fuera cantante de Rainbow, se podría considerar el peor concierto de rock de la historia.   

En 1982, Graham Bonett se asociaba con el legendario guitarrista Michael Schenker, en lo que fue una de las colaboraciones más cortas de la historia. El caso es que el guitarrista estaba a punto de publicar un disco llamado 'Assault Attack' e iba a tocar, aquel verano, en el festival de Reading como una de las atracciones principales.

Con Bonnet en la formación nada podía fallar, pero, por si las moscas, Schenker decidió ofrecer un concierto en Sheffield a modo de “calentamiento” para el gran momento. Aquella sería la primera y última actuación de Graham con el guitarrista.

 “Alcohol y locura”  

"Me hice unos vaqueros -en uno de esos sitios donde te hacen los vaqueros en una hora- porque no tenía", narra Bonnet en el libro 'Shredders! The Oral History Of Speed Guitar (And More)' (vía Ultimate Guitar). "Y lo que pasó fue que todos estábamos hasta arriba, básicamente... bueno, yo estaba más borracho que nadie. Tocábamos con Whitesnake esa noche, así que mis amigos de la banda y yo fuimos al pub".

"Volví del pub, entré en la zona de vestuarios de... Creo que era una universidad en la que tocábamos. Estaba en Sheffield, Inglaterra, y llamé a la puerta del camerino de Michael, porque me había dejado la chaqueta allí. Michael dijo: 'No, vete. Estoy durmiendo'. 'Estoy durmiendo'. 'Vamos'-tenía dinero allí o algo así-'¡Lo necesito ahora, por favor, pásame la maldita chaqueta y puedes volver a dormir!'”.

¿Qué pasó? Pues que Graham decidió que, como aún tenía tiempo hasta que le tocara salir a cantar, iba a seguir bebiendo. Fue una mala idea que, a la postre, se traduciría en el peor concierto de la historia del rock.

"De todos modos, no lo hizo [abrirme la puerta], volví a salir, fui al pub otra vez, volví justo antes del concierto, seguía bebiendo, y para cuando subí al escenario, ya ni siquiera era yo, era otra persona. Recuerdo que me había aprendido todas las canciones de sus viejos discos de MSG [Michael Schenker Group], las había escrito todas, porque tenía que cantar algunas de las canciones antiguas y no me las sabía, y tampoco me sabía la letra de todas las canciones nuevas".

"Así que tenía trece hojas de papel por todo el escenario, como si fuera papel pintado. Y lo que pasó es que salimos al escenario y, cuando empezamos a tocar, el público empujó hacia delante y donde estaban todos mis papeles estaban los monitores de suelo. Y los monitores aplastaron todos los papeles, así que no pude leer nada. Y entonces insulté al público: '¡Malditos cabrones!'. Dije lo que dije".

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 Y aparece el apéndice de la discordia  

No se sabía la letra, estaba insultando al público... la noche no podía ir a peor... ¿o sí? ¿Recuerdas lo que contaba Graham de los vaqueros? No lo decía por decir.

"En ese momento, estaba empleando toda mi fuerza para gritarles, se me rompió la cremallera... ¡y salió mi pene! Ahí está, muchas gracias. Así que lo agarro y empiezo a agitarlo como si fuera parte del acto". [Risas]

"Todo fue a peor. Empezaron a insultarme y les mandé a todos a la mierda. Hay una grabación de esto, nunca la he escuchado y no quiero hacerlo. Pero eso es lo que pasó. Miré a mi alrededor y dije: 'No puedo aguantar esto, joder', salí corriendo del escenario y tocaron todo el set sin mí, instrumentalmente, cada canción".

Mejor no volver  

Un roadie de la banda lo había visto todo, y supo que, si Graham se quedaba en el recinto, la sangre llegaría al río, así que le recomendó que se marchara: "Para entonces, ya había salido del teatro y estaba en un taxi volviendo al hotel, y uno de los roadies que estaba conmigo me dijo: 'Será mejor que te vayas de aquí por la mañana, ¡te van a matar, joder!'”.

"Así que estaba en el primer tren de la mañana de vuelta a Londres, y volví a Londres en la estación de King's Cross, y mi mánager me estaba esperando. Me dijo: 'Me he enterado de lo que ha pasado, Graham'. Y yo dije: 'Bueno, ¿qué va a pasar con Reading? Porque se suponía que íbamos a encabezar el Festival de Reading en un día o algo así'. Y yo dije, 'Sé que puedo hacerlo. Sé que me he emborrachado, sé que la he cagado, pero puedo hacerlo'. Él dijo: 'Bueno, es demasiado tarde, estás despedido de la banda. Te han despedido'. Y eso fue todo".

El anterior cantante del grupo, Gary Barden, volvió a la banda y tocó en Reading. Años después Bonnet y Schenker se reconciliarían, tocarían juntos y hasta grabarían bajo el nombre de Michael Schenker Fest. Seguro que, en aquellas ocasiones, Graham prefirió tomarse una limonada.