Graham Bonnet (Rainbow) cuenta la historia más sosa y aburrida jamás narrada sobre Ozzy Osbourne

De verdad, no te esperes grandes sorpresas, Graham Bonnet ha contado una anecdota muy decepcionante.

Graham Bonnet, quien fuera cantante de Rainbow, ha acudido a sus redes sociales para contar una anécdota nunca antes escuchada sobre Ozzy Osbourne... y es aburrida, sosa y decepcionante. 

Seamos sinceros, Ozzy Osbourne tiene la fama -o, más bien, la infamia- de ser uno de los peores agentes del caos de toda la historia del rock. Ha pasado por el calabozo, tirado televisiones por ventanas de hoteles, le arrancó la cabeza a un murciélago sin querer y a tres palomas a propósito, ha orinado en monumentos de homenaje a los caídos en la guerra, ha disparado a gatos y esnifado hormigas. Eso por no hablar de todas las veces que se le ha ido la cabeza y ha hecho una locura, sin más.

En este caso, la historia no tiene nada que ver con eso. Lo que vas a leer de Bonnet es... posiblemente la anécdota más tranquila que jamás se ha contado del Prínicpe de las Tinieblas. Sucedió hace 40 años junto al entonces teclista de Rainbow Don Airey.

"¡Hola a todos, soy Graham!", exclama el músico en un texto en redes sociales. "Increíblemente, en todos mis años como músico, nunca he tenido la oportunidad de conocer a Ozzy Osbourne. Don y yo estábamos en el bar de nuestro hotel con Noddy Holder cuando Don mencionó que Ozzy se moría por conocerme. Yo dije '¡Genial! ¿En qué habitación está?'”.

¿Qué podría pasar? ¿Alguien prendió fuego a algo? ¿Acabaron en un calabozo? ¿Hubo pelea? ¿Alguna aparición especial?

No. No pasó nada de eso.

"Resultó que Ozzy y Sharon estaban en un hotel completamente distinto", se lamenta Bonnet. "Y simplemente nunca ocurrió".

Pues vaya. No digas que no te advertimos si has llegado hasta aquí.

Bonnet sigue explicnado que ha querido conocer a Ozzy desde aquella noche del año 1982, y luego le desea feliz cumpleaños (el cantante cumplió 76 años el pasado lunes).

"¡Todo lo mejor para nuestro loco favorito!", dice Bonnet, concluyendo este paseo salvaje.